¿Por qué mi gato no quiere comer? Anorexia felina

¿Por que mi gato no quiere

comer? Anorexia felina

Una de las causas comunes evidenciadas en consulta es el tema relacionado al peso de nuestras mascotas, pero ¿Qué pasa cuando nuestro gato no quiere comer?

Es común que la baja de peso de nuestros pacientes felinos se deba a factores asociados a la alimentación, pero hay que tener en cuenta que también puede deberse  a factores secundarios asociados también al tipo de vida del gato o enfermedades. Aquí te vamos a explicar cuáles son las posibles causas de por qué tu compañero gatuno presenta alteraciones y disminución en su peso.


La disminución de apetito en el gato siempre debe ser considerada como algo anormal, ya sea que coma menos o que no coma en lo absoluto. La ingesta de alimento está mediada por el sistema nervioso, teniendo en cuenta que en el hipotálamo existe el centro de saciedad y el centro del hambre; A partir de esto la anorexia se puede  clasificar de la siguiente forma:


  • Anorexia primaria: Afectando directamente el centro del hambre, la cual se puede dar por alteraciones cerebrales como neoplasias, siendo esta la menos común.      

  • Anorexia secundaria: Todos aquellos factores externos que generan la disminución     de apetito como lesiones en boca, cambio de dieta, preferencias alimenticias, estrés, medicaciones combinadas en el alimento, enfermedades sistémicas, entre otros.

Dentro de las preferencias alimenticias hay que tener en cuenta que es importante para el gato que la comida se encuentre en óptimas condiciones, por ejemplo:

- Temperatura 25 a 35°C
- Textura >10% de humedad
- Raciones pequeñas a excepción de aquellos que prefieren siempre mantener el plato lleno.
- Palatabilidad: Alimentos ricos en grasa y proteínas debido a sus papilas gustativas


Los gatos a su vez son malos bebedores de agua, por ende, la caída de comida en el agua puede hacer que exista un rechazo tanto de la comida como del agua debido a que son considerados animales rutinarios. La distancia entre ambos recipientes (agua y comida) debe ser mínimo de metro y medio.

Puntos a tener en cuenta:


Historia previa y entorno (tipo de vida, ambiente, adquisición, otros animales, carácter, cambios recientes en vivienda, tipo de vivienda)

Antecedentes médicos (exámenes previos, apetito disminuyo progresivamente o no, vacunación, desparasitación)

- Observación realizada por el propietario (Hace cuánto no come o disminuyó su apetito, ve la comida y no come o ve la comida y tiene intención de comer, si se acicala o no, vómito, diarrea, fiebre, decaimiento)

Examen físico (Boca, ojos, cabeza y nariz como prioridad debido a que el 70% de hallazgos asociados a inapetencia se encuentran por patologías o anormalidades en estas zonas de la cabeza).


Teniendo en cuenta esto hay que confirmar o descartar ciertas posibilidades como:


-        Procesos inflamatorios

-          Cuerpos extraños
-          Enfermedades virales de base
-          Neoplasias
-          Úlceras bucales
-          Afección en piezas dentales
-          Oclusión dental (forma en la que muerden)
-          Alergias
-          Abscesos
-          Afecciones oculares
-          Dolor
-          Afecciones neurológicas
-          Insuficiencia renal.
-          Condición corporal y estado de nutrición.
-          Problemas dermatológicos
-          Problemas comportamentales.
-          Afecciones gastrointestinales
-          Afecciones respiratorias
-          Problemas musculares
-          Hallazgos cardiológicos



 
Es así como se requerirán según el caso ayudas diagnósticas que pueden ser exámenes  de sangre, examen de orina, ecografía, radiografías, biopsias, raspados de piel, cirugía, profilaxis o incluso la revisión de especialistas en áreas como dermatología, neurología, nefrología, cardiología, entre otros.

Es así como se requerirán según el caso ayudas diagnósticas que pueden ser exámenes de sangre, examen de orina, ecografía, radiografías, biopsias, raspados de piel, cirugía, profilaxis o incluso la revisión de especialistas en áreas como dermatología, neurología, nefrología, cardiología, entre otros.


Ten en cuenta que a partir de una consulta médica y los resultados obtenidos en los exámenes solicitados se podrá realizar un desarrollo terapéutico adecuado el cual tendrá como acción principal solucionar el problema de base, minimizar el estrés, hospitalización en los casos que se requiera, mejorar el ambiente en el que se desenvuelve tu felino, mejorar el estímulo físico (caricias) en aquellos pacientes que  así lo permiten, brindar dieta adecuada, comedero adecuado, y el tratamiento farmacológico estipulado por un médico veterinario.

Es importante saber que el gato a diferencia del perro, una vez que decide no consumir alimento, prefiere aguantar hambre antes que ser obligado a comer algo que no quiere o que por algún problema previamente mencionado no pueda hacerlo con normalidad.

Los gatos no son perros pequeños, incluso a nivel comportamental son distintos, así que en caso de evidenciar algunas de las posibilidades enunciadas anteriormente, se  recomienda que lleves a tu gatito con el médico veterinario de cabecera, brindándote así mayor tranquilidad para poder solucionar el problema de raíz, mejorando así su calidad de vida.


¿Es peligroso que mi mascota done sangre?