5 creencias de los gatos que no son ciertas

Cada día es más común encontrar en los hogares un integrante felino como parte de la familia, así mismo existen creencias populares acerca de estos animales que afectan su reputación y generan cierta incomodidad en las personas que no conocen esta especie. A continuación, te contamos cuáles son los mitos más sonados y por qué son falsos.

  • ¿Uña en la cola?

Al igual que el perro y otros mamíferos, el gato cuenta con una extensión de la columna vertebral conformada por vértebras (coccígeas) conocida como cola. La cola está compuesta por huesos, músculo, piel y pelaje (en algunos casos) y tiene como función dar estabilidad y equilibrio al gato además de ser un medio de comunicación con otros animales e incluso con el ser humano. Las garras o uñas son una formación de queratina originada en una matriz que normalmente se halla exclusivamente en la punta de los dedos del animal, por ende, no es posible encontrarla en la cola del gato ni de otro felino. Se presume que este mito surgió a partir de la rapidez con la que un gato puede moverse para rasguñar, pues a simple vista, las personas que salían heridas al abordar al gato por la parte de atrás, creían que el ataque había sido con la cola.

  • ¿Las mujeres embarazadas no pueden tener gatos?

Cuando una mujer se encuentra en estado de embarazo es común que se tenga cierta aversión a acercarse a un gato, e inclusive llega a ser motivo de abandonos. El motivo de este suceso es que los gatos pueden ser portadores de Toxoplasma gondii un protozoo que tiene afinidad por los tejidos de la placenta llegando a afectar al feto humano. Este parásito tiene como hospedero definitivo a los felinos y puede infectar al humano y otras especies mamíferas de sangre caliente, generando afecciones en gestantes, fetos, recién nacidos e individuos inmunodeprimidos. No obstante, la infección por este protozoo no se da por contacto con el animal infectado, además no todos los gatos lo están; la infección se da por contacto directo con las heces del felino portador vía oral, éstas además deben tener 24 horas o más de ser expulsadas. Por ende, en condiciones normales de higiene no debe haber infección de gato a humano, por lo contrario, es común que la toxoplasmosis se dé gracias al consumo de carnes mal cocinadas o de agua no potable. Deshacerse del gato no va a evitar que una mujer embarazada contraiga la enfermedad, pero malos hábitos en la alimentación por parte de la madre, inadecuada y deficiente higiene con el gato sí representan un gran riesgo de infección con Toxoplasma gondii.

  • Esterilidad por pelos

Es este uno de los mitos más comunes y menos fundamentado. Los pelos del gato, al igual que los de otros animales, están formados por queratina y cumplen una función básica de protección contra cambios de temperatura, humedad, entre otros. No existen pruebas de la presencia de algún compuesto en el pelaje de los felinos que cause fallas en la condición reproductiva de la mujer ni del hombre, así que este no debe ser un motivo para abstenerse de convivir con un minino.

  • Enemigo #1 del perro

Aunque algunos perros y gatos no soportan a otros animales de diferentes especies e incluso de su misma especie, la relación felino-canino no es necesariamente un problema, llevado adecuadamente, un proceso de presentación entre gato y perro puede ser una agradable experiencia donde las dos especies se complementan con su comportamiento disímil ¡Date la oportunidad de conocer ésta relación!

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  • Transmisión del Virus de Inmunodeficiencia

Una enfermedad zoonótica es aquella que puede ser transmitida de un animal al humano y una antropozoonósis es la que se transmite del humano al animal. El Virus de Inmunodeficiencia Felina (VIF) pertenece a la familia de los retrovirus al igual que el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), sin embargo, y a pesar de compartir semejanzas estructurales, el VIF no es una zoonosis y el VIH no es una antropozoonosis. Por este motivo si tu gato posee VIF no debes temer por ser contagiado, sólo puede ser transmitido de felino a felino a través del contacto agresivo como mordeduras o arañazos, y de madre a hijo por la leche o a través de la placenta.

Ahora que sabes un poco más de gatos te invitamos a compartir esta información, pues será de gran ayuda en la concienciación sobre la tenencia de felinos domésticos, evitando los diferentes mal entendidos que generan.

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