Eutanasia, lo que deberías saber
El presente artículo busca brindar un poco de información sobre uno de las decisiones más difíciles que en ocasiones se presenta a los cuidadores de mascotas, la eutanasia.
"Sólo podía pensar en que cuando yo estuve al borde del precipicio él me agarró con los dientes, sin apretar, y me sacó de allí, aunque nadie confiara en mí. Le debía más que eso. Así que no escuchaba a nadie, sólo lo miraba, todo el tiempo, tratando de escuchar lo que él quería pedirme. Y eso hice. Y me pidió seguir." Elvira Sastre.
¿Qué es la Eutanasia?
Para entender su significado es necesario entender la etiomología de la palabra, ésta proviene de la conjunción de dos términos de origen griego, “eu” que significa bueno/a, y “thanatos” que significa muerte. Entonces, cuando hablamos de eutanasia, hacemos referencia a la acción humanitaria, indolora y sin estrés de inducir la muerte.
¿Existe otro término para hacer referencia a la Eutanasia?
Usualmente, tanto propietarios, como médicos veterinarios, utilizan eufemismos que, si bien se sobrentiende su significado, no corresponden ni dan lugar a la situación que está por enfrentarse, es así como tenemos palabras y frases como, por ejemplo: “poner a dormir”, “ponerle la inyección” o “sacrificar”.
Estos términos son inadecuados, por ejemplo, “poner a dormir” implica un estado de reposo generalmente transitorio, y por tanto reversible, la muerte no es pasajera, es definitiva.
Por otro lado, la palabra “sacrificio” indica el ofrecimiento de algo, generalmente a una deidad, divinidad o santidad, con el fin de obtener un favor o el cumplimiento de una petición.
La doctora Beatriz Vanda en su artículo sobre la Tanatología en animales de compañía indica que la frase “muerte con misericordia sería la manera más apropiada para referirse a la eutanasia, ya que la misericordia quiere decir que se tiene el mismo corazón que el otro y en este termino se comprende la bondad, la ternura, la clemencia, el amor y el acompañamiento.”
¿Cómo saber que ha llegado el momento?
Este momento es relativo a cada persona y a cada familia, para algunos será cuando ya la mascota no quiere comer, beber, y jugar, para otros será la incapacidad para levantarse, movilizarse e incluso la imposibilidad para conciliar el sueño.
Los médicos veterinarios nos basamos en múltiples factores para recomendar y tomar esta decisión. Evidentemente pensamos en la sintomatología manifiesta de la mascota en ese momento, la patología o lesión que se encuentra cursando, la respuesta terapéutica, el pronóstico y las secuelas de la enfermedad, Sin embargo, no dejamos de lado a una parte fundamental de la vida de la mascota, su familia, es por ello que una de las decisiones más difíciles que debemos tomar durante el ejercicio de nuestra profesión, es la de informar a los cuidadores de nuestro paciente sobre la eutanasia.
El sufrimiento de una mascota es un indicativo de que el momento ha llegado, es importante aclarar que el dolor y el sufrimiento son muy diferentes, el dolor se puede controlar y tratar por medio de medicamentos, el sufrimiento, en cambio, no se puede remediar.
Cuando tengas dudas sobre si ya llegó el momento, es fundamental que mires a los ojos a tu peludo, la naturaleza y nuestro estrecho lazo con las mascotas, nos han dotado del milagro de la comunicación sin palabras, su mirada será capaz de expresar que ya es hora de descansar. También se debe considerar esta decisión si él/ella, está teniendo más días malos que buenos,
Recuerda que esta decisión tan importante es íntima y personal.
También puedes leer: La enfermedad de los 1000 síntomas (Moquillo canino)
Antes de realizar la Eutanasia
Lo primero que debes hacer es decidir si deseas estar presente durante el procedimiento. Sabemos lo difícil que es presenciar un momento como este, pero recuerda que tu presencia le brindará bastante comodidad a tu chiquitín.
Habla con tu veterinario sobre la decisión y has las preguntas que consideres necesarias, como por ejemplo, la posibilidad de hacer el procedimiento a domicilio y sobre la eutanasia en si misma.
Ten en cuenta que antes de realizar la eutanasia tendrás que llenar un formulario, normalmente un consentimiento informado, en el cual autorizas a la clínica y al médico veterinario a realizar el mismo.
Decide como será la disposición del cuerpo, muchas veterinarias trabajan con compañías privadas que prestan distintos tipos de servicios, que van desde sala de velación, cremación individual, entierro, o cremación colectiva (varias mascotas simultáneamente). Este último suele ser uno de los servicios que más adquieren los propietarios. Los valores dependerán de la compañía y del tipo de servicio que se requiera. Independientemente del tipo de servicio, las compañías recogerán el cuerpo de tu mascota en la clínica.
Trate de pagar la cuenta por adelantado, una espera triste y melancólica en la sala de espera puede resultarte incomoda.
Tomate el tiempo necesario para decir adiós a tu mascota, abrázalo, háblale y exprésale todo tu amor.
Durante la eutanasia
La eutanasia implica la inyección intravenosa de una solución que consta de varios agentes farmacológicos, cuya función es generar inconsciencia y posteriormente un paro cardio-respiratorio. Normalmente la solución está compuesta principalmente por pentobarbital sódico y difenilhidantoína sódica.
Se debe colocar un catéter intravenoso para poder administrar la solución de manera rápida, asegurando que el proceso sea rápido e indoloro.
Antes de inyectar la solución farmacológica, el veterinario puede administrar un tranquilizante, esto con la finalidad de disminuir la ansiedad del paciente, permitiendo que la mascota se encuentre relajada y somnolienta.
Posteriormente la solución es administrada, distribuyéndose rápidamente por el organismo, en pocos segundos la mascota perderá la consciencia, de esta manera mascota no experimentará ningún tipo de sensación física de dolor o sufrimiento. La respiración comenzará a disminuir en frecuencia hasta detenerse por completo. El paro cardíaco se producirá posteriormente a esto, provocando el fallecimiento y el cese de toda actividad orgánica.
Generalmente se produce una muerte pacífica en aproximadamente unos 30 segundos después de la administración endovenosa de la solución.
También puedes leer: Clasificación de pacientes en medicina veterinaria Triage
Después de la eutanasia
El médico veterinario auscultará el corazón y tomará el pulso para confirmar el fallecimiento de la mascota. Es probable que después de haber realizado esto, el profesional se alejará de la sala, dejando a sus cuidadores a solas en la sala para que tengan un último momento con su mascota.
Tomate el tiempo que desees, el personal de la clínica entiende que este es un momento muy emotivo, y saben por lo que estás pasando.
Debes tener en cuenta varias cosas que puede presentar la mascota después de su fallecimiento:
Al relajar los esfínteres, puede haber liberación de orina y materia fecal.
Los ojos permanecerán abiertos.
Pueden ocurrir espasmos musculares, liberación de gases y algunos ruidos, esto no significa que la mascota aún se encuentre viva, es la energía restante siendo liberada por el organismo.
Si quieres conocer casos de éxito e información semanal de utilidad para ti y tu mascota, suscríbete a nuestro Blog.
¡Recuerda que todas las mascotas, son de RAZA!