¿Mi mascota necesita una transfusión?
En las clínicas y hospitales veterinarios a diario llegan pacientes que se presentan ciertas enfermedades y síntomas que llevan al médico veterinario a considerar realizar una transfusión sanguínea, pues en muchos casos es la alternativa de elección al ser la más viable para una recuperación de la mascota.
Por ejemplo, cuando un paciente presenta anemia (disminución en la proporción de glóbulos rojos en sangre) se puede evaluar la posibilidad de realizar una transfusión, ya buscará estabilizar y estimular el equilibrio del organismo. Es importante que el médico tratante busque el origen de la enfermedad y de acuerdo con sus hallazgos, le dé el manejo más correcto al paciente para corregir las deficiencias que presenta.
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Por otro lado, frente a accidentes o enfermedades donde se producen perdidas de sangre considerables, una transfusión puede ayudar como herramienta para restablecer el volumen de sangre que debe tener el organismo para funcionar de una manera adecuada. También en algunos procedimientos quirúrgicos donde se prevé una perdida de sangre importante del paciente, se puede tener como alternativa tanto antes, durante y después de la intervención para amortiguar la perdida.
No solo la sangre donada por las mascotas es usada para transfusiones, pues la sangre tiene bastantes componentes que permiten diversas funciones terapéuticas y manejos de pacientes con necesidades específicas para una óptima y pronta recuperación frente a cada enfermedad. Algunos tratamientos requieren que uno o algunos componentes presentes en la sangre sean separados para cumplir su función principal, como el plasma, las plaquetas, glóbulos rojos, entre otros de los muchos componentes sanguíneos.
¡Salvar vidas lo llevamos en la sangre!