Muchos perros tiemblan, incluso en momentos en los que no hace frío. Esto puede llegar a ser común en algunas razas, por ejemplo, los Chihuahuas. Aunque esto pueda ser algo normal en la vida de algunos perros, también puede ser una señal de advertencia de que algo anda mal.

Existen muchas razones por las cuales nuestro perro puede estar temblando, desde algo benigno a algo muy preocupante. Si tienes dudas acerca del temblor que presenta tu mascota, es necesario que consultes con un veterinario, pero ten en cuenta que esclarecer la razón puede tomar tiempo y dinero.

A continuación, mencionaremos las posibles causas.

CLIMA FRÍO

Muchos perros con pelajes finos y bajo contenido de grasa como los Doberman, Greyhound, Chihuahuas y Whippets pueden sentir frío fácilmente, incluso si la temperatura ambiental no es menor a 15° C. En este tipo de perritos se debe tener especial cuidado si el clima es húmedo o lluvioso, ya que esto puede hacer que se enfríen mucho más rápido y el temblor sea manifiesto.

Si los temblores no se detienen una vez lo hayas calentado, consulta con tu veterinario para asegurarte que no haya un problema de salud.

TEMBLOR POSTURAL

Este tipo de temblor se presenta especialmente cuando la mascota soporta su propio peso durante mucho tiempo, afectando particularmente a los miembros anteriores, aunque también puede estar asociado a enfermedades metabólicas.

MIEDO, EXCITACIÓN O ANSIEDAD

Las emociones fuertes pueden hacer temblar a nuestros peludos. Si observas que el temblor de tu mascota empieza y se detiene en situaciones específicas, por ejemplo, cuando está en el veterinario (¿por qué le temen al veterinario?), cuando hay invitados en el hogar, cuando está cerca de automóviles, maquinaria ruidosa y juegos pirotécnicos, existe una inmensa posibilidad de que hay una razón emocional para el temblor de tu perro.

En estos casos la mejor manera de ayudarle a nuestra mascota a superar el miedo es tranquilizarlo frente al mismo, aunque posiblemente requiera la atención de un adiestrador certificado para lograr un estado de relajación frente a estas situaciones.

Actualmente existen medicamentos ansiolíticos y sustancias naturales que ayudan a mantener un estado mental relajado. Pero es importante que estos siempre sean recetados por un médico veterinario, especialmente cuando el entrenamiento conductual no soluciona el problema.

SÍNDROME DE SHAKER 

El síndrome de shaker (temblor en inglés) es un desorden que causa un temblor generalizado en los perros. Esta enfermedad también se conoce como cerebelitis idiopática, lo cual indica una inflamación del cerebelo (la parte del cerebro que es responsable de la coordinación y regulación de los movimientos musculares voluntarios). La palabra idiopática hace referencia a que la causa es desconocida. Pero se cree que existe un componente inmunológico asociado.

Cualquier perro puede padecerlo, pero se ha visto que los perros de pelaje blanco como los Poodle, Maltes y los West Highland White Terrier, suelen ser los más predispuestos.  

Esta enfermedad suele tener un buen pronóstico con el tratamiento adecuado, sin embargo, la medicación debe utilizarse de forma vitalicia.

ENFERMEDADES

Existen muchas enfermedades que pueden hacer que nuestro perro tiemble:

• Fiebre: Que más que una enfermedad es un síntoma, los escalofríos, al igual que en seres humanos, son la antesala a la presentación de procesos febriles.

• Dolor: La sensación de dolor puede provocar en nuestras mascotas temblor generalizado o focal dependiendo de la zona afectada, por ejemplo, el dolor de una articulación puede provocar el temblor de esta.

• Enfermedades metabólicas: Como la hipoglicemia (baja de azúcar), la encefalopatía hepática y la encefalopatía urémica pueden generar temblores generalizados e incluso convulsiones sino se diagnostican estas alteraciones a tiempo.

• Enfermedades del sistema nervioso: Accidentes cerebro vasculares, meningoencefalitis, síndrome de Wobbler, discoespondiloartrosis, tumores cerebrales o cerebelares.

• Enfermedades infecciosas: Como Distemper canino (Moquillo canino), Ehrlichiosis canina (por picadura de garrapata), Virus de la Rabia, toxoplasmosis y Pasteurellosis por nombrar algunas. Muchas de estas enfermedades tienen un pronóstico malo e incluso fatal sin el diagnóstico y tratamiento adecuado.

TOXINAS

El consumo accidental de algunas toxinas puede producir temblores e incluso convulsiones. El consumo de estos productos es considerado como una urgencia.

Ejemplo de toxinas:

• Micotoxinas.

• Organofosforados.

• Carbamatos.

• Piretrinas.

• Ivermectina.

• Teobromina (chocolate).

Si quieres conocer qué alimentos son tóxicos para tu mascota has clic aquí.

Si quieres saber qué hacer en caso de intoxicación por consumo oral has clic aquí. 

¿CÓMO IDENTIFICAR QUE ES HORA DE LLEVARLO AL VETERINARIO?

Debes llevar a tu perro si además del temblor logras evidenciar otros síntomas como:

• Vómito.

• Diarrea.

• Alteraciones comportamentales (como desorientación, lamido excesivo, etc.).

• Cojeras.

• Decaimiento.

• Incoordinación al moverse.

• Hipersalivación o salivación excesiva.

• Si evidenciaste que consumió alguna sustancia extraña.

Nunca esperes a ver que termina de pasar cuando tu mascota presente estos síntomas, llévalo inmediatamente al veterinario.

DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO

El diagnóstico empieza desde la anamnesis (todo lo que nos puedes contar como cuidador), recuerda siempre llevar el carné de vacunas.

El diagnóstico puede llegar a ser largo y extenso dependiendo de la causa, entre los métodos diagnósticos el veterinario podrá solicitar exámenes de sangre, ecografías, radiografías, análisis de líquido cerebro espinal, etc.

El tratamiento para el temblor de un perro dependerá de la causa subyacente.

Para un perro con frío o ansioso, el tratamiento puede ser tan sencillo como calentarlo, calmarlo, o alejarlo de la situación estresante, si eso no ayuda, es hora de ver a un veterinario.

En otros casos se requerirá antibiótico terapia, antiinflamatorios, fisioterapia, cirugía o manejo etológico.

COMO PREVENIR LOS TEMBLORES

Una vez más, la prevención específica dependerá de la causa.

Mantener a tu perro abrigado, tranquilo, manteniendo un buen nivel de ejercicio, alejarlo de alimentos tóxicos y sustancias extrañas.

Si tienes un cachorro se estricto con su plan vacunal, evitando exponerlo al medio ambiente sin haberlo cumplido. Recuerda que el virus del Moquillo es altamente contagioso y se encuentra en fácilmente en muchos lugares.

¡Recuerda que todas las mascotas, son de RAZA!