Existen múltiples parásitos que se alojan en la sangre de nuestras mascotas y que generan síntomas muy poco específicos, por lo cual su diagnóstico a veces se torna complicado. Uno de estos es la denominada Ehrlichia canis, o más conocida Ehrlichia. Existen otros tipos de hemoparásitos como lo son Dirofialaria immitis, Anaplasma platys, Babesia canis, Leishmania y Hepatozoon canis.

¿Cómo se transmiten estos parásitos?

El medio de propagación de estos hemoparásitos es a través de picaduras de insectos infestados como mosquitos, garrapatas y pulgas que se encuentran en el ambiente donde se encuentran las mascotas.

¿Qué síntomas se presentan?

Como mencionamos en un inicio, los síntomas que se presenta al contraer estos hemoparásitos son variables y pueden relacionarse con otros tipos de enfermedades. 

Algunos síntomas son:

• Fiebre

• Vómitos y materia fecal sanguinolentos

• Anemia

• Debilidad

• Deshidratación

• Hemorragias

¿Cómo se diagnostican los hemoparásitos?

Actualmente, la detección de estos parásitos se hace mediante diversas pruebas de laboratorio, donde varía su efectividad al momento de determinar la presencia de estos parásitos. Puede realizarse mediante frotis sanguíneos, inmunofluorescencias, PCR y entre otros muchos métodos microscópicos.

¿Cuál es el tratamiento?

En estos casos lo que se busca es neutralizar al hemoparásito y sus mecanismos, mediante fármacos o medicinas que son enviados por parte del médico veterinario por determinado tiempo.

Dependiendo el caso, el médico puede dictaminar que el tratamiento sea ambulatorio (en casa) o que deba realizarse en hospital si se requiere que los fármacos sean administrados vía intravenosa.

Es indispensable tener presente que los hemoparásitos no presentan una cura definitiva, pues al encontrarse en el torrente sanguíneo de la mascota es complicado eliminarlos del todo dada su rápida propagación, por lo que se busca disminuir su acción y daño al organismo.

¿Cómo se puede prevenir el contagio de hemoparásitos?

El método de prevención para el contagio de estas enfermedades se centra en el control de agentes externos que puedan llegar a transmitir estos parásitos sanguíneos, mediante productos antiparasitarios en pipetas, tabletas o collares, baños antipulgas u múltiples opciones que ayuden a erradicar la presencia de estos factores de contaminación.

También es importante conocer, en caso de que nuestra mascota vaya a ser intervenida referente a algún trasplante o transfusión sanguínea, que el donante se encuentre libre de hemoparásitos.

¡Salvar vidas lo llevamos en la sangre!