La administración de fármacos a los animales sin una formulación médica es un hábito muy peligroso entre los propietarios de mascotas, pues esto puede llevar a intoxicaciones leves o graves que podrían generar problemas de salud a largo y corto plazo e incluso la muerte. Como es sabido, los perros y gatos tienen muchas características en común con los humanos, sin embargo no todo en su organismo funciona de la misma manera y muchos de los medicamentos que consumimos para el dolor y otras condiciones comunes, pueden traer daños graves a su estado de salud. Del mismo modo, nuestras mascotas pueden encontrarse por accidente con medicamentos que resultan siendo consumidos por simple curiosidad, lo que puede generar el mismo tipo de consecuencias. A continuación te mostraremos algunos de los fármacos más peligrosos y comunes en la presentación de intoxicaciones en perros y gatos.

Acetaminofén e Ibuprofeno

Son los medicamentos más comunes para el control del dolor y fiebre en humanos, razón por la cual es igual de común que sea usado por personas cuando observan que su mascota padece algún dolor o malestar. Estos fármacos no son metabolizados adecuadamente por el hígado de gatos y perros lo que puede llegar a generar problemas hepáticos graves, daño en la función de los riñones y daño de glóbulos rojos. En el peor de los casos, sobre todo cuando el animal consume por accidente una alta cantidad de los mismos, puede ocasionar signos clínicos como depresión, hinchazón de la cara o de los miembros, dificultad respiratoria, coloración roja, púrpura o amarilla en las encías, vómitos y falta de apetito. Los gatos son mucho más susceptibles que los perros a padecer este tipo de intoxicación, lo que quiere decir que incluso con pequeñas dosis puede darse un cuadro clínico complicado.

Inyecciones anticonceptivas

A pesar de que en las mujeres sea rutinario el uso de anticonceptivos inyectables, es importante entender que el ciclo reproductivo de las hembras felinas y caninas tiene dinámicas hormonales muy diferentes. El uso de este tipo de fármacos hace que las hembras corran un alto riesgo de presentar piómetra, una condición patológica que puede poner en peligro la vida de tu mascota, pues se genera una infección bacteriana grave en el útero que lleva a problemas en todo el organismo y, si no se maneja a tiempo, puede resultar en la muerte. La mejor manera de evitar la preñez es la esterilización, pues es una proceso definitivo, de bajo riesgo y que evita la presentación de otras patologías (conoce más sobre beneficios de la esterilización aquí).

Viajes largos, evitar hiperactividad, agresividad e incluso el ladrido, son algunos de los motivos por los cuales algunas personas recurren a usar sedantes o tranquilizantes en sus mascotas. Existen varios grupos de medicamentos usados por médicos veterinarios para diferentes procedimientos que requieren que el animal tenga cierto nivel de sedación, sin embargo estos siempre son usados por un profesional con dosis y aplicación controladas según se requiera. Por este motivo NO se debe usar ningún sedante de uso humano ni veterinario sin la supervisión de un médico que entienda cómo se debe aplicar y en qué casos. La aplicación de estos fármacos puede llevar a que el sistema nervioso pierda la capacidad para regular la respiración y el pulso, generando la muerte por paro cardiorespiratorio.

Medicamentos para la hipertensión

Estos medicamentos suelen ser consumidos por los animales de forma accidental, pues muchos propietarios con problemas de tensión tienen estos fármacos a la mano por su consumo rutinario. A pesar de que estos pueden ser usados en problemas cardiovasculares en los animales, las dosis deben ser controladas por un médico veterinario. El consumo de una alta dosis de algún medicamento como Enalapril, Benazepril, Losartán, Amlodipino entre otros, puede generar alteraciones graves en el corazón y vasos sanguíneos con riesgo de paro cardiaco.

Antidepresivos

Aunque el acceso a este tipo de medicamentos es más controlado, existe la posibilidad de que tu mascota los consuma por accidente. Tanto perros como gatos son susceptibles a presentar intoxicación donde los signos clínicos incluyen sedación o estimulación del sistema nervioso central, anorexia y debilidad. Si el consumo del medicamento es en grandes cantidades se pueden presentar signos como vómitos, diarrea, temblores, convulsiones, hipertermia (aumento de la temperatura), dolor abdominal y dilatación de las pupilas.

Te recomendamos mantener todo tipo de fármaco fuera del alcance de tus mascotas. Si sospechas que tu perro o gato consumió cualquier medicamento por accidente, debes acudir urgentemente a tu médico veterinario de confianza sin importar que haya o no signos de intoxicación, pues se requiere de manejo intrahospitalario para evitar que se desencadenen las consecuencias más graves. Recuerda reportar el tipo de medicamento consumido por tu mascota, así se dará un manejo más específico y oportuno. Por otro lado, educa a tus seres queridos acerca de los riesgos que representa medicar a las mascotas sin una asesoría profesional, esto puede evitar la presentación de una urgencia y de un desenlace lamentable.

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