ANAMNESIS

Anteriormente Orión había ingresado a la clínica porque el propietario reportaba que orinaba de a góticas, usaba la arenera con mayor frecuencia, y aparentemente le dolía al orinar. Durante esa ocasión se realizó tratamiento para una enfermedad conocida como FLUTD (Enfermedad del tracto urinario bajo felino).

Orión regresa unos meses después por otra patología completamente distinta, el propietario reporta que lo encontraron en casa, con hipersalivación, tanto los miembros posteriores como anteriores totalmente rígidos y los ojos fijos. 

HALLAZGOS AL EXAMEN CLÍNICO

Al examen clínico Orión presenta:

• Sistemas corporales: Sin cambios patológicos aparentes. 

Debido a la ausencia de alteraciones al momento de la consulta, se le recomienda al propietario grabar en vídeo las crisis en el momento en el que suceden. Días después vuelve, esta vez menciona que se mueve fuertemente y que pierde control de esfínteres y le sale saliva por boca, al observar el vídeo se encuentra evidencia una crisis convulsiva completa (estado epiléptico).

DIAGNÓSTICOS DIFERENCIALES

Los diagnósticos diferenciales que se formularon en el caso de Orión fueron los siguientes:

• Epilepsia primaria.

• Epilepsia Hipocampal.

• Deformación craneal compresiva. 

EXÁMENES COMPLEMENTARIOS

Como exámenes complementarios para Orión se plantea realizar se recomienda tomar un perfil convulsivo completo y una Ínterconsulta con el especialista en neurología.

En el cual se halla:

• Leve linfopenia.

• Leve Neutrofilia.

Estos hallazgos en el hemograma no se consideran significativos.

Las químicas y el parcial de orina muestran lo siguiente:

Se halla un leve aumento de una transamisa hepática (AST), amonio plasmático elevado y nuevamente proteinuria, hematuria leve, bacteriuria y una cruz de cristales de estruvita. 

TRATAMIENTO

Se envía el tratamiento pertinente a sus necesidades y se formula anticonvulsivo cada 12 horas durante 20 días inicialmente.

• Levetiracetam.

EVOLUCIÓN

Días más tarde el propietario trae al gato en la noche por presentar varios episodios, de modo que se queda hospitalizado con una completa medicación de protectores gástricos, protectores hepaticos, fluidos intravenosos, anticonvulsivantes a dosis de respuesta.

Como Orión siguió con crisis convulsiva se realizó una terapia de sueño para evitar un daño cerebral mayor; y así pararon y se pudo estabilizar adecuadamente.

Orión asiste a interconsulta con el especialista en neurología y el doctor le recomienda una resonancia magnética de encéfalo con medio de contraste.

Días más tarde se obtiene el resultado en donde se plantea como diagnóstico un cambios degenerativos leve en la corteza cerebral que son los que disparan una epilepsia.

El neurólogo indica que la dosis del anticonvulsivo debe aumentar y darse cada 8 horas durante tiempo indefinido.

La constante comunicación con el propietario, la medicación indicada y los controles rutinarios nos permitió saber que Orión ya no había vuelto a presentar crisis convulsivas, estaba orinando bien, comiendo su concentrado y lata normal. Sus dueños se encuentran muy felices y tranquilos de que su gatito amado ya se encuentre mejor.

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¿Qué es la Epilepsia idiopática?

¿Cómo diagnosticamos y tratamos la epilepsia idiopática o esencial en los gatos? Es importante aclarar que los ataques convulsivos no son sinónimo de epilepsia. Las convulsiones pueden aparecer por diversos motivos, como enfermedades endocrinas (hipertiroidismo), metabólicas (encefalopatía hepática, hipocalcemia, intoxicación por etilenglicol…) alteraciones cardiovasculares o incluso episodios de dolor agudo. Sólo hablaremos de epilepsia cuando la causa de las convulsiones sea intracraneal.

¿Cómo suelen presentarse los ataques?

La epilepsia idiopática se caracteriza porque suele aparecer en gatos de entre 1 y 3 años de edad y los animales no suelen presentar ninguna anormalidad/patología entre las crisis. El examen neurológico es completamente normal.

Al ser una enfermedad en la que casi con seguridad no vamos a ver ningún tipo de sintomatología en la consulta, sumado a que en gatos las convulsiones son muy dramáticas, los movimientos tremendamente exagerados (mas aún que en el perro) y por lo general los propietarios están muy nerviosos y afectados y no podrán ofrecernos una visión objetiva del episodio (duración, estado de consciencia….), resulta muy útil que nos graben en vídeo alguno de los episodios para poder hacernos una idea del problema.

La fase de ictus (el ataque propiamente dicho) no suele durar más de un minuto, hay movimientos tónico clónicos tanto de las extremidades como de la cara, pérdida de consciencia y en muchas ocasiones, relajación de esfínteres. Cuando el ataque termina, suelen recuperarse rápidamente y la mayoría van al comedero (necesitan glucosa).

¿Qué debe saber el propietario?

Hay dos cuestiones que debemos dejar muy claras al propietario;

• La primera es que la epilepsia no se cura, sólo se trata, y lo que pretendemos con ese tratamiento es disminuir la frecuencia e intensidad de las crisis.

• La segunda es que es una medicación de la que los propietarios se vuelven muy esclavos, ya que no se pueden saltar ni una sola dosis. No porque deje de hacer efecto, como los antibióticos por ejemplo, sino por el propio funcionamiento del fármaco: los anticonvulsivantes producen una elevación del umbral de excitación neuronal. Si falta el fármaco, ese umbral cae rápidamente y corremos el riesgo de que aparezcan crisis muy fuertes o incluso un status epilepticus que ponga en riesgo la vida de nuestro paciente.

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