Estás en la siguiente situación, tu perro o gato se enferma, presenta una lesión en piel que le molesta, decides llevarlo al veterinario, una vez allí debes esperar 30 minutos o más mientras lo examinan, toman un raspado de piel y te dicen que no parece algo grave. Cuando te diriges a la caja para pagar por los medicamentos formulados y el servicio prestado te surge una duda en la mente ¿por qué debo pagar tanto?
Si crees que los servicios veterinarios no deben costar tanto, probablemente te estés equivocando, recuerda que adquirir una mascota conlleva una serie de gastos, entre los cuales se incluyen los servicios médicos cuando ella se enferma.
Cabe resaltar que el papel de los perros y gatos en el hogar ha tenido una metamorfosis sustancial, han pasado de ser la mascota, a un miembro más de la familia. Este cambio no solo se ha generado en la conciencia social del país, también ha influido en el tipo y la calidad de servicios veterinarios que se prestan, actualmente se cuenta no solamente con la valoración en consulta, también se incluyen servicios de quirófano, imagenología, laboratorio, farmacia, abasto de alimentos, accesorios, grooming, guardería para mascotas y hotel.
Todos estos servicios tienen un costo operativo alto si tenemos en cuenta que no sólo se debe pagar por las instalaciones en las cuales se ubica la veterinaria, a esto debes sumar el gasto del personal que allí labora, médicos, auxiliares veterinarios acreditados, groomers, personal administrativo, asistentes en las guarderías, etc. A todo esto, se deben sumar los suministros hospitalarios, que son, en su gran mayoría, distribuidos por las mismas empresas que nutren los hospitales humanos, por ende, los costos son exactamente los mismos. Y ¿qué tal si sumáramos los impuestos?
Estos costos operativos se ven reflejados al momento de la facturación, pero no sólo hablemos de lo que le cuesta a la veterinaria prestar un servicio, ahora planteemos cuanto te puede costar a ti.
¿Cuánto me puede costar llevar mi mascota al veterinario?
Ahora pongamos un caso hipotético que ejemplifique cuanto puedes llegar a gastar.
Supongamos que tu perro o gato está cursando por un proceso de gastroenteritis, el cual notas cuando manifiesta diarrea e inapetencia, decides llevarlo a la clínica veterinaria, allí es examinado por el profesional y este te dice que se deben tomar unas muestras para realizar exámenes paraclínicos, además, debido al estado de deshidratación e inapetencia en el que se encuentra tu mascota, lo ideal, es realizar manejo hospitalario. Ahora van las cuentas:
Supongamos que la consulta veterinaria tiene un costo en el sitio de $40.000 pesos.
Como exámenes paraclínicos se decide enviar un examen coprológico y un cuadro hemático con un costo de $24.000 y $26.000 pesos respectivamente.
Ahora sumemos un par de días de hospitalización, asumamos que es un perro de talla mediana como un Bulldog Inglés, el costo hipotético por día es de $70.000 pesos x 2 = $140.000 pesos.
Si sumamos todo tendríamos como resultado $230.000 pesos por 2 días completos de hospitalización. Pero esto no es todo, aún nos falta agregar los medicamentos que deben administrarse en casa para lograr restaurar el completo estado de salud de tu mascota, en promedio $80.000 pesos.
Tenemos un total de $310.000 en una sola ida al médico veterinario. Exorbitante ¿verdad?
Pero no pensemos solo en números, ahora pregúntate.
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¿Por qué estoy pagando?
No elijas a tu veterinario por la economía en su servicio, fíjate en los detalles ¿Son amables en la atención? ¿El lugar es limpio? ¿El personal es profesional? ¿Cuentan con todos los servicios en el lugar? Sino es así ¿A dónde remiten? ¿Tiene atención 24 horas? ¿Está preparado para recibir urgencias? ¿Tiene equipo de radiología, ecografía y laboratorio diagnóstico? ¿Hay servicio de especialistas? ¿Los tratamientos son razonables? ¿Existen diferentes medios de pago?
Si se ofrece todo esto y además un servicio ágil, efectivo y con un trato personal inigualable… ¡quien fuera perro o gato! Y hacemos referencia a que en muchos servicios de salud para humanos no se presta atención a tantos detalles.
¿Cómo puedo pagar menos?
No está de más decir que tú eres el que decide cuanto estás dispuesto a pagar para mantener un buen estado físico y de salud para tu mascota, y te hacemos las siguientes recomendaciones:
Realiza un ahorro especial para tu mascota, mantén presupuestado al menos 2 visitas anuales al veterinario.
La prevención es una excelente técnica para evitar gastos mayores, ten cuidado riguroso con su salud.
Seguros para mascotas, en caso tal de que requiera atención, ellos pueden cubrir algunos de los gastos como la consulta y exámenes de laboratorio.
Los planes de medicina prepagada para mascotas son una buena inversión, revisa sus coberturas y el costo mensual o anual que te ofrecen, definitivamente ¡ahorraras dinero!
La adopción es la mejor opción, ayudarás a un ser que necesita de todo tu amor, no estás pagando por adquirirla, tampoco por su castración y vacunación, en especial si esta proviene de un centro de adopción.
Recuerda que lo más importante en la vida de tu mascota es que sea más feliz y saludable con cada día que pasa. La prevención es la mejor manera de ahorrar, mantén al día sus vacunas, dale una excelente comida y llévalo siempre con correa ¡evita accidentes!
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¡Recuerda que todas las mascotas, son de RAZA!