¿Por qué mi perro o gato no puede caminar bien?

¿Por qué mi perro o gato no puede caminar bien?

Existen diferentes motivos por los cuales tu peludito puede tener problemas para caminar, teniendo orígenes directamente en el sistema músculo esquelético, cardiovascular y nervioso principalmente, aunque en casos menos comunes puede tener origen endocrino (hormonal) o  metabólico. A continuación te  mostramos las principales causas por cuáles puede haber dificultad para que tu perro o gato se desplace.



-Golpe o lesión en huesos, articulaciones o tejidos blandos.

Las múltiples lesiones que pueden ser ocasionadas por caídas, accidentes con automóviles o motocicletas en la vía, peleas, ejercicio indebidamente realizado, etc., pueden llevar a que haya desde cojeras leves hasta una completa pérdida de la movilidad en alguno o varios miembros.Por otra parte, encontramos lesiones leves en piel que pueden generar cojeras, por ejemplo, cuando se incrusta una esquirla o astilla en las almohadillas. 

-Enfermedades osteoarticulares genéticas

Algunas patologías pueden llegar a ser muy discapacitantes para la movilidad de nuestros peludos siendo muy dolorosas y en  algunas ocasiones requieren de resolución quirúrgica. A pesar de que estas condiciones pueden presentarse en cualquier raza suelen ser más comunes dentro de algunas razas específicas, dentro de ellas encontramos la displasia de cadera, luxación de rótula, ruptura de ligamento cruzado craneal, hemivertebra, síndrome de cauda equina, entre otras.  

-Compresión de la médula espinal

Problemas como las hernias discales son muy comunes hoy en día, sobre todo en perros de razas predispuestas como el bull dog francés y el shih tzu. La compresión medular puede llegar a ser bastante grave generando desde incoordinación hasta paraplejías y cuadriplejías, ya que al comprimirse la médula espinal, el sistema nervioso se ve interrumpido, lo que no permite la comunicación entre el cerebro y los miembros de nuestros peluditos.

-Enfermedad degenerativa articular

La edad trae consigo muchos problemas, dentro de los más comunes encontramos la osteoatrosis o enfermedad degenerativa articular, que consiste en el deterioro de las articulaciones y el cartílago que las protege, generando dolor y por ende dificultad para el movimiento. Es una condición que puede suceder en perros y gatos sobre todo geriátricos, sin embargo puede suceder en animales jóvenes cuando hay otros problemas osteomusculares que llevan a una mala acomodación de las articulaciones.

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-Sobrepeso

Es uno de los problemas que pasa más desapercibido por los tutores de mascotas, ya que muchos piensan que entre más gordito se ve un perro o un gato más sano está, lo que se convierte en un grave problema para la salud de huesos y articulaciones además de afectar todos los sistemas del cuerpo. Aprender a identificar la condición corporal adecuada de tu mascota puede evitar que llegue a tener problemas leves como cojeras intermitentes hasta dificultad para poder levantarse y desenvolverse con normalidad.

-Deficiencia de nutrientes

Algunos perros y gatos no reciben dietas adecuadas para su edad, especie o necesidades individuales, esto puede llevar a que los músculos y huesos no tengan un adecuado crecimiento y metabolismo, acabando en dificultad para la movilidad. Por otro lado, existen nutrientes no se hallan en cantidades adecuadas en algunos alimentos o incluso puede haber enfermedades que no permitan la correcta absorción de nutrientes a nivel intestinal o que promueven la eliminación excesiva del organismo. Las dietas de nuestros peludos deben ser balanceadas y aconsejadas por un médico veterinario que evalúe la salud individual de cada paciente.

-Enfermedades infecciosas en el sistema nervioso

Existen patógenos microscópicos que pueden generar diferentes lesiones en el sistema nervioso, llevando a que haya desde temblores hasta pérdida de sensibilidad y movilidad en algunas zonas e incluso convulsiones. Dentro de estos encontramos virus como el Distemper, la Peritonitis infecciosa felina, la Rabia, hemoparásitos como la Ehrlichia, protozoos Toxoplasma, entre otros.


Cualquier señal de dificultad para caminar o dolor al hacerlo debe ser reportada con tu médico veterinario para buscar la causa específica y así dar solución al problema, en muchas de las ocasiones aquí nombradas, la fisioterapia será una gran opción para el manejo del dolor, recuperación de la fuerza entre muchos otros beneficios.  

¡Ellos no se rinden, nosotros tampoco!


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