Polirradiculoneuritis aguda

 ¿Qué es?

La Polirradiculoneuritis aguda es una alteración mediada por el sistema inmune que afecta a los nervios y raíces espinales, principalmente las raíces ventrales que son las encargadas de la respuesta motora, llevando a que el perro o gato afectado no pueda moverse en cuestión de días.

Por la similitud en su presentación clínica se considera el equivalente al síndrome de Guillain-Barré de los humanos.

¿Qué la genera?

El mecanismo específico por el que se genera esta alteración no está bien reconocido, sin embargo el papel que desempeña el sistema inmune es fundamental para su desarrollo ya que las investigaciones sugieren que los anticuerpos generados por el sistema inmune tras la exposición a un agente infeccioso, atacan componentes de la mielina y axones de las raíces espinales debido a la similitud de estos componentes con los antígenos (moléculas que reconocen las células del sistema de defensa como intrusas y a la que se unen los anticuerpos para destruir patógenos) de dichos agentes infecciosos.

Generalmente esta alteración se describe cómo un proceso post enfermedad, dado que se desarrolla después o durante el tratamiento de una enfermedad infecciosa, los agentes que se han vinculado con la Polirradiculoneuritis aguda son: Ehrlichia canis, Toxoplasma gondii; Neospora caninum, Campylobacter jejuni, Distemper canino y Parvovirus canino. Sin embargo la Polirradiculoneuritis se puede desarrollar sin exposición previa a una bacteria o virus, o de manera secundaria a enfermedades metabólicas cómo el síndrome de Cushing; además también ha sido descrita luego de vacunaciones o procesos quirúrgicos.

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 ¿Cómo se manifiesta?

Los perros o gatos en los que se desarrolla la Polirradiculoneuritis inicialmente presentan debilidad de la cola y de las extremidades posteriores por lo que se pueden ver flácidas y por consiguiente habrá dificultad para incorporarse y caminar, esta debilidad rápidamente asciende (1 o 5 días) hacía la región anterior llevando a debilidad y parálisis de las extremidades anteriores, incluso en algunos casos se presentará dificultad o parálisis respiratoria llevando a la muerte del animal por paro respiratorio.

Otros signos que pueden presentarse son:

- Disminución o ausencia de reflejos espinales y del reflejo de retiro de las extremidades (reflejo flexor).

- Dolor frente a estímulos que generalmente no lo son, debido a la alteración de las raíces nerviosas encargadas de recibir los estímulos sensoriales.

- Espasmos musculares ya que la pérdida de masa y fuerza muscular, llevan a que con poco esfuerzo se fatiguen las fibras de los músculos.

- Además estas manifestaciones clínicas pueden estar acompañadas de signos clínicos o secuelas de las enfermedades con las que se ha asociado a la Polirradiculoneuritis aguda.

¿Cuál es su manejo?

A pesar de que la presentación de la Polirradiculoneuritis aguda es dramática, los pacientes después de unas semanas empiezan a mostrar mejoría y tras los procesos de rehabilitación y fisioterapia muchos de ellos llevan una vida casi igual a la que llevaban antes de presentar la alteración.

Una vez se hayan descartado otras enfermedades con un curso similar cómo la miastenia gravis. la parálisis por garrapatas o el botulismo, y por otra parte que se haya hecho tratamiento de la alteración predisponente el manejo con rehabilitación y fisioterapia acompañado de el trabajo en casa será fundamental para retomar los más pronto posible la cotidianidad.

En fisioterapia se hace manejo del dolor y se provee relajación muscular a través de las diferentes modalidades disponibles cómo lo son la magnetoterapia o laserterapia y con los ejercicios de rehabilitación que en las fases iniciales tienen cómo objetivo evitar la pérdida de los rangos articulares y frenar la disminución de la masa muscular; a medida que el paciente vaya mejorando se aumenta la complejidad de los ejercicios para fortalecer y seguir aumentando la masa muscular, además de mejorar la coordinación y equilibrio que también se ven disminuidos en esta alteración.

El trabajo en casa consiste en cambiar de posición para evitar el desarrollo de trombos que pueden llevar a la muerte súbita del paciente o la aparición de lesiones en la piel por decúbito prolongado, adaptar estructuras o usar herramientas para poner al paciente de pie a pesar de que la carga de peso sea mínima o nula, limpiar y garantizar la menor humedad para la comodidad del paciente y evitar lesiones por irritación con orina, y finalmente seguir las recomendaciones dadas por el médico veterinario rehabilitador.